Un gran genio para la humanidad
Cuando vas al médico porque no te queda más remedio que hacerle una consulta(la duda te corroe por dentro,valga la redundancia),todo lo que sientes y has recordado a lo largo y ancho de tu vida,se te viene encima como la losa más pesada que pueda haber en este mundo-y en el otro también-y no es por la mera pregunta que le vas ha efectuar al doctor en cuestión,sino por la forma en que vas ha preguntarle;es como si de antemano ya tuvieras la respuesta cargada sobre tus anchos y estropeados lomos,como si tu memoria breve te la estuviera recordando durante toda la vida.La verdad es que te entran ganas de que la respuesta sea todo lo más negativa posible,pero sabes que no va ha haber vuelta atrás y que precisamente esa,va a ser la respuesta esperada.
No te derrumbas como si tus piños hubieran de hacer efecto dominó,sino que tus pies tiemblan desde la cadera hasta donde tienes el último pelo del dedo pequeño del pie;el puntapié en la boca del estómago ha sido peor que si un mulo te hubiese dado una coz en la entrepierna.El dolor se te hace insoportable aunque sabes de antemano que físicamente no va a doler tanto.Es tu ego el que más va a ser dañado en la lucha contra esa enfermedad que te acaban de decir que padeces y lo malo es que no hay vuelta de reconocimiento ni coche de seguridad como en la fórmula 1.
Como en la imagen de arriba,tratas de agarrarte donde puedes y con todas las fuerzas que te quedan,pero el único sitio que te queda es el pomo de la puerta de la consulta del médico.Estás a punto de desvanecerte por la información recibida más tu tienes que resistir,lo has dado todo en esta mísera vida y sabes también que durante los momentos que te quedan por disfrutar de los momentos buenos-que son en realidad los que cuentan-tendrás el apoyo de los tuyos y de todos aquellos,que de una forma u otra te han estado siguiendo a lo largo desde que tu ingenio y sabiduría llegaron hasta lo más profundo de nuestras almas.
Sirva de Homenaje el presente relato a Sam Simonhttp://www.authorstream.com/Presentation/medinagarp-1911743-homenaje-simon-groening/
No te derrumbas como si tus piños hubieran de hacer efecto dominó,sino que tus pies tiemblan desde la cadera hasta donde tienes el último pelo del dedo pequeño del pie;el puntapié en la boca del estómago ha sido peor que si un mulo te hubiese dado una coz en la entrepierna.El dolor se te hace insoportable aunque sabes de antemano que físicamente no va a doler tanto.Es tu ego el que más va a ser dañado en la lucha contra esa enfermedad que te acaban de decir que padeces y lo malo es que no hay vuelta de reconocimiento ni coche de seguridad como en la fórmula 1.
Como en la imagen de arriba,tratas de agarrarte donde puedes y con todas las fuerzas que te quedan,pero el único sitio que te queda es el pomo de la puerta de la consulta del médico.Estás a punto de desvanecerte por la información recibida más tu tienes que resistir,lo has dado todo en esta mísera vida y sabes también que durante los momentos que te quedan por disfrutar de los momentos buenos-que son en realidad los que cuentan-tendrás el apoyo de los tuyos y de todos aquellos,que de una forma u otra te han estado siguiendo a lo largo desde que tu ingenio y sabiduría llegaron hasta lo más profundo de nuestras almas.
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