miércoles, 18 de septiembre de 2013

LA CARA DEL TÍO DEL BIGOTE




Lo que se narra a continuación no tiene en absoluto nada que lo relacione con la presentación de diapositivas arriba expuesta.


                       Soponcio de verano

A veces ocurren hechos(sucesos) que ni tus propios sentidos pueden creer en ellos,por muchas vueltas que le des al coco,retorciendo lo más íntimo de los sesos,atacándote a golpes la espalda y sacando las entrañas del corazón.
Verán,el otro día,uno de esos que parece que no va a ocurrir nada extraordinario en el que la desidia te hace desesperar y comerte el aire a bocanada limpia,fuimos a darnos un viajecito a la costa para retirar los enseres alimenticios que se guardan en refrigerio dentro del apartamento que allí tenemos,pués el buen tiempo da sus últimos coletazos y no cabe dentro de nuestros planes bajar más hasta allá sino hasta que pase más o menos un més.Terminamos de comer en el bar de costumbre,subimos a casa y cargamos los bártulos en vehículo dispuestos a regresar a la ciudad para efectuar unas compras(dos o tres cosillas) que necesitamos en la casa del pueblo.El regreso no produjo nada que fuera interesante,solo conversación de hechos que pasan a diario entre los ocupantes del vehículo.
En primer lugar nos dirigimos a unos almacenes de venta de productos luminarios en los que compramos varios objetos para el salón de casa;hasta aquí todo transcurre con normalidad(solo destacar que en el regreso,hubo que dar giro hacia atrás en autovía,al cometer un error en la salida hacia el susodicho almacén).
Trás esta compra,emprendimos marcha hacia un centro comercial;efectuamos otra compra(solo dos artículos),pero aquí y llegado a este punto,sucede algo que no entra dentro de la normalidad: el precio de uno de los artículos comprados marcaba 14'99 €  y al pasar por caja pagamos;mi señora,que tiene ojo avizor como cual ave de rapiña,miró el ticket de compra resultando que había discordia entre precio marcado y cobrado.Esto nos sorprendió por lo que fuimos al apartado de reclamaciones.



Centro comercial


Va a ser aquí y en ese momento cuando se producirá lo inesperado,lo sorpresivo,lo que mis ojos nunca vieron;resulta que antes que nosotros cogiéramos número de turno,había cierto matrimonio pegado junto al mostrador de atención al cliente;se ve que ya llevaban allí bastante tiempo ya que la salita estaba con bastante gente esperando.Por lo que observe,habían comprado una cafetera con aires de modernura que por lo visto no funcionaba y claro, fueron a reclamar;el hombre daba aspecto de aquellos de la época de "Frasquito" regordete,bajito y calva brillante con pelos abrillantados sobre la parte posterior de la nuca,solo le faltaba el bigote estilo medio "Frasco" medio "Adolfo".La mujer,vestido de florituras hasta la rodilla,aparentaba otro estilo,como más a la moda y sobre todo la que llevaba la voz cantante en la reclamación.Hicieron ambos que la aniñada dependienta le desmontaran la cafetera-la dichosa cafetera-para comprobar el estado de defunción,que según ellos,presentaba.Veinte minutos pasaron y nada habían adelantado en el negocio.La gente que esperaba,sudando la gota gorda con el calor que allí hacía y con nosotros presenciando la escena también,se desesperaban al ver transcurrir el tiempo y no tocarles su turno.

La cosa iba para largo;después de lo ocurrido hicieron traer otra "cafetera" nueva a la muchacha que sudaba gotas de sudor frente abajo y claro-esto no es normal-volvieron a desmontar la nueva para comprobar otra vez si funcionaría o no.Otros quince minutos de pérdida temporal.Los espectadores se tomaron la escena con sorna y cachondeo y cada cual profesaba para sus adentros las injurias más atroces para con "el matrimonio".A continuación,ante la perplejidad del público concurrente,el hombrecillo pidió a la muchacha que hiciera café con el dichoso aparatito;aquella,estaba a punto de sufrir un soponcio,un estertor sudoríparo y tuvo que llamar a otra compañera para que le solucionara el problema que se le había venido encima,la cual llegó cinco minutos más tarde;a todo esto,el cacharro no hacía café.Tuvieron que abrir varias ventanillas para atender a la clientela,cada vez más amontonada y más sudorosa.Hubo comentarios para todos los gustos y de todos los colores...

Nos alejamos de allí,supuesto que logramos que nos atendieran antes de que la escena cafeteril terminara;cuando nuestra reclamación estuvo terminada,me quedé esperando a mi mujer en la puerta de entrada al establecimiento,pues ella tuvo que entrar dentro a recoger el nuevo artículo.
Me puse allí con la intención de ver el desenlace final del "suceso del día"pero en un momento de distracción y mirando a mi mujer mientras salía,se ve que ellos salieron segundos antes,no pude verles para por lo menos haberles dicho unas cosillas a la oreja.

Y es que las cosas de la vida no suceden por que sí,tienen su  explicación, más lo que no lo tiene es lo que yo ví el otro día,porque no es normal que haya gente tan estúpida y tan delicada como este par de dos;menos mal que no compraron un aparato de última generación,que si no....

              !! Vivir para ver !!

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